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Presentación "Huapi" ¿Quién soy? en Guatemala - Presentación de "Bajo la piel" en Perú

miércoles, 9 de julio de 2014

Publicación del diario "Pregón" de Jujuy sobre el libro "Huapi" - agosto de 2013



Mabel Fontau nos entrega esta segundaedición de Huapi, ¿quién soy?, en una bella publicación de Georges Zanun Editores. Bien lo expresa Andrés Melgarejo en el prólogo: ‘La lectura de este libro nos lleva, de manera directa y muy sencilla, a las profundidades
de la existencia del ser humano’. Y claro : es dable y paralelamente cierta esta aseveración, por cuanto MF nos apela la reflexión, ya que torna fluida la comunicación entre Huapi y el lector. Quiero decir: el comunicarse es ‘llegar hasta ese escondido mundo interior’-cito idea explícita de la propia autora-—. ¿Las profundidades del Ser? El Ser, sí, como categoría ontológica y el ser humano, vital y transeúnte, que es el mismísimo indiecito Huapi.
Y con las tradicionales fórmulas de la Literatura infantil (‘Había una vez en un bosque frondoso’) es que MF catapulta esta serie de cuentos, este trayecto aventurero que protagoniza
Huapi. A través de esta serie, es admirable la consustanciación del personaje con la Naturaleza: los animales, el Rey del Bosque, el aire, el fuego y la tierra: ‘-Si quieres alcanzar el poder del aire, la fuerza del fuego, deberás tener antes la humildad de la tierra’
Los tres elementos le dan pie a MF para filosofar (cursusnarratio que también se da en su poesía, especialmente en sus exquisitos, finos sonetos). Establecer una dialéctica con el
lector, acuciado, apelado, convocado a lo largo de un entramado de peripecias y encuentros que suscitan a la moraleja, a la reflexión, a la conciencia ética colectiva. Al fin y al cabo,
cada lector de Huapi sumará su individualidad, estoy pensando en los niños de una clase de primaria o principios de secundaria, como potenciales co-protagonistas’ de las experiencias
de este indiecito viajero. Acaso es la misma ruta de aquel clásico ya Siddartha de Herman
Hesse, cargado de existencialidad en el capítulo Ser, donde Huapi pretende ser río. Es una asociación que me permito arriesgar, más adherida al recuerdo de aquellas lecturas que nos marcaron en la mitad del siglo XX. Conjeturo en este tramo un clímax en el discurso del árbol (cuento dentro de otro cuento): un metamensaje poético donde primará ‘el orden vital de la naturaleza’. Es que la letra en los cuentos envía una serie de señales que traducen la cosmogonía del planeta. La meta de la felicidad íntima es ‘estar en armonía con todo el universo’, le explicará el árbol al indiecito Huapi. Marta de París con perspicacia denomina
a Huapi como ‘protagonista ingenuo’. El episodio del búho que le dice que Huapi quiere decir
‘isla’ y le dice también ‘Tú eliges’, para que el diálogo socrático en los porqués concluya con el aserto de Huapi:’Quiero ser río’.
Una especie de mayéutica socrática para indagar e indagarse en los porqués , a lo
que suma una personificación: ‘Los árboles comprenden entonces que lo único que habían logrado con su equivocada “actitud, era desequilibrar el orden vital de la naturaleza’(véase
el cap. Ser) Y el síndrome poético: ‘ Todos los Huapi son en cierto modo, como el lago, todos
guardan en el centro de su corazón el reflejo de una estrella’. O de pronto, aparece el árbol
más anciano del bosque, el cohiué que equivale a la sabiduría y ternura: ‘Recuerda a tu amigo con todo el amor que sientes en tu corazón’. Y así, en cada capítulo, MF filosofa:,‘No pretendas cambiar la esencia de las cosas. Tampoco te sientas dueño de ellas’ (Amor). ‘Debes saber que en al Amor las cosas no son siempre fáciles’. Sin duda, uno de los capítulos más sabrosos es el que Huapi busca un sueño, le dice a la oruga: ‘aquello que siempre busco pero yo sé que es
un imposible’. Pero la oruga le explica al indiecito ‘algún día tendré alas y podré volar, ése es mi deseo’ Después de un tiempo, Huapi se encuentra con una mariposa de hermosas alas azules. Se trataba de aquella oruga, ahora con alas. El indiecito le pregunta, sorprendido, cómo consiguió las alas. ‘Ya estaban dentro de mí’, le responde. ‘Es como un milagro’, dice Huapi.‘Toda la vida es un milagro’ será la respuesta de la mariposa. Mabel Fontau, de reconocida vocación poética, sobre todo en la composición sonetística, da muestra
de una faceta en el género narrativo que es ponderable, tanto en sus cuentos dispersos en antologías como en esta obra, Huapi, ¿quién soy?. Una interrogación identitaria, una
busca de sí mismo en una travesía existencial, como expresaría Gabriel Marcel,’ lo que en mí y lo que delante de mí’ en la serie capitular de encuentros que tiene Huapi. Asociándome
a esta idea, Mabel Fontau, despliega el tema de la esperanza impele más allá de la muerte,
si nos detenemos en el cap. Muerte, donde Huapi se encuentra con el puma moribundo y la única asistencia será la luna: -—‘Mi mejor amigo, el puma, ha muerto. Ya nunca más volveré a verlo, a jugar con él- Y Huapi rompió a llorar. Entonces la luna, rozando la cabeza de Huapi con un rayo de luz, dulcemente, le dijo: - — Escúchame, Huapi, sé que separarse de un amigo es muy doloroso. Pero no debes pensar que jamás volverás a verlo. Eso no lo puedes saber con absoluta certeza. -—¡Pero cómo no lo voy a saber!- dijo el indiecito-— ¡No ves que está muerto, que ha dejado de vivir! . -—Si, veo que ha dejado de vivir-respondió la luna-—, pero tú no eras amigo solamente de su cuerpo, ¿verdad?...su alma podría seguir viviendo en alguna otra dimensión... -—¿Quieres decir que algún día volveré a reunirme con él?- dijo esperanzado Huapi.’ La fidelidad surge ‘como valor ontológico y como criterio del amor real’ (vuelvo a Gabriel Marcel, Aproximaciones al misterio del ser, Ediciones Encuentro, Madrid,1987), es decir, por amor y entrañado en el seno de la fidelidad, escapa el hombre a la soledad y a la desesperación y penetra en el misterio de la esperanza. En cuanto a la discusión si Huapi ¿quién soy? Podría catalogarse en el género de la literatura infanto juvenil, ¿ por que no?. Un puberto adolescente sería el cruce hacia una lectura sin fronteras de género, pues
la letra ofrece cuadros e interrogaciones inherentes a cuestiones universales, aptos para los más adultos. Quiero decir, para el asombro, que es lo que me produjo cada peripecia de Huapi.
Sebastián Jorgi, comentarista, profesor en Letras, periodista bonaerense.

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