SETIEMBRE
Qué difícil
vencer la desventura
de la
distancia terrenal, el puente
de fundirme en
tu piel, beber tu fuente,
tu manantial
de amor y de ternura.
Sentirme
renacida criatura
en tu abrazo y
los sueños de tu frente,
la esencia de
tu amor más inocente,
tu ser, tu
inspiración, la luz más pura.
Ser el vuelo
de tu alma, sin fronteras.
Qué difícil,
mi amor, con ligaduras
palpitando en
mis venas, con fracturas
de tiempos y
vigilias en espera.
Cuando la
sangre busca con locura
su estallido
triunfal. Y es primavera.
Mabel Fontau
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