PODRÉ VOLVER MAÑANA
Una
duda naciente, se incentiva
una
sombra de angustia y su presencia
abre un
significado en la conciencia.
El
brillo de una estrella a la deriva,
hasta
encontrar su puerto de existencia,
la
pulsión de una muerte fugitiva
y mi fe
en la memoria primitiva.
Una luz
de absoluta permanencia
me
responde en silencio que hay regreso,
que la
muerte es un trance, es un proceso
en esta
eternidad, que es casi un rito.
Y
presiento en el alma un aleteo
que es
eterno, que a impulsos del deseo
podré
irme y volver del infinito.
Mabel
Fontau
Poema
ganador 2º Premio en los Juegos Florales ( 2013)
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